...cuando las cosas no caben en los pensamientos, ocurre la metamorfosis, y se vuelven letras...
domingo, 19 de septiembre de 2010
dia perfecto...
quiero un dia de campo... salir de noche y viajar dormidos, alunizar en algun parada medianamente desplobada, con colores vivos y arquitecturas pintorescas... encontrar lo colonial y lo minimal cruzando la calle, rebuscar entre montones de libros y revistas de temas varios mientras alguna seleccion de musica espesa se cuela de entre los speakers... encontrar un cafe, beber una copa de tinto, paladear una pizza y un buen cafe negro, con un par de galletas a un lado... y al retirarnos topar con una lluvia ligera, y que al despuntar la noche se llenen de reflejos estelares las calles mojadas y el olor a tierra humeda colandose hasta las narices de las parejas que disfrutan del paseo vespertino... y que entonces, un leve descenso de temperatura nos obligue a usar abrigos, y a calentar nuestras manos haciendo que se junten, celebrando con un beso en los labios la jornada, descanzando sentados sobre una fuente sin agua... la noche cae, y la promesa de una mañana coloreada de un gris nuboso nos hace tomar un hostal como refugio, metiendonos a la cama medio vestidos, casi sin quitarnos las botas de acampada, te acurruques en la concavidad formada por mi cuerpo, cerremos ojos y oidos a todo lo que no sea el otro, y contemplarnos en la oscuridad de la habitacion 203... a la mañana siguiente, una avena tibia nos daria los buenos dias en la fonda al final de una plazoleta, con sonrisas dibujandose en los rostros al recordar las travesuras y bromas tontas hechas bajo las sabanas, y una vez terminada la merienda, empacar lo poco que llevamos a cuestas y empezar todo de nuevo, oirte decir una vez mas la frase que marque para siempre el inicio de nuestro día a día... "quiero un dia de campo"...
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