martes, 6 de octubre de 2009

implosiones del microcosmos...

he sentido el hielo que sale de tu boca al hablarme... he visto caer ligera a la escarcha en la que se convierte tu aliento cuando es de mí de quien hablas... me pusíste en la hielera, me mandaste a las regaderas... es suerte quizas que todo ocurra al tiempo de que se acerca noviembre, epoca fatidica para mí... pues fue en noviembre, hace algunos ayeres, en que ví partir a mi viejo amor de cuento de hadas urbanas y magos callejeros - de dragones cubiertos de cuero negro e hidras de 3 cabezas despidiendo humo intoxicantes - , o quizas sea por esas eventualidades encadenadas entre sí, esas a las que los poetas muertos suelen llamar destino... aunque, una parte de mí, en concreto esa que palpita por dentro de mi torso cubierto solo por la luz de la luna menguante, me dice que no es coincidencia, pero tampoco es culpa de nadie... quizas, mi corazon sabe que la razon es seminal, deriva de desiciones tomadas inconcientemente siglos atras, y que hoy solo encuentran cabída en la fructifera imaginacion de un cuenta-cuentos de hospital psiquiatrico... lamentable, igual, las condiciones en las que los eventos desarrollan su cause original... y mientras, ese magico juglar hundido en mares de diazepam y ritalin, indica que un movimiento casi operistico esta a punto de darle a la trama un nuevo giro... es verdad, tu lejanía me afecta... me recuerda cuan solo estoy...

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