mi vida, mi memoria, mi inocencia, mi vergüenza... todo, encerrado en una habitacion...
el punto de darse cuenta reside en que hay que dejar de pensar un poco, meditar, y abrir tu espacio...
puedo ver esa habitacion... con una sola puerta... "solo entrada" senténcia el letrerito colgado de la perilla... veinte candados resguardan esa entrada... uno por cada ciclo, uno por cada año...
dentro, todo se concentra detras de la puerta... todo, intenta mirar por el ojillo de la cerradura... y es que, mientras tu eres fuego y de pronto te enfrias, mi razon deja pasar un poco de locura, que como frio veneno de escorpion, inmoviliza la logica que aun recide en mi... duele saber el fondo de la situacion... cierro los ojos, e intento imaginar que nada de esto pasó, trato de restaurar mis recuerdos hasta un dia antes de nuestro reencuentro, trato de mandar mensajes a travez del tiempo, usar la tiza del destino y marcar en la pared de ese bar un "no"... pero, eso solo funciona en la fantasia dentro de mi cabeza...
y es muy duro darse cuenta de todo eso solo... es la soledad, el no poder contar con nadie para lamentarme lo que hace mas duro el golpe... es cierto lo que dicen, las penas con pan son buenas... y aunque intento relajarme, distraerme del dolor, este solo crece y crece...
yo se que no me crees, yo se que no lo entiendes, pues para ti es mas dificil darte cuenta de lo que siento, pues no eres yo... no sabes cuando escribo la verdad, ni cuando escríbo imaginerias... pero, una parte perdida de mi, siento que no te importa... he llegado a pensar que, de alguna manera patologica, eres bipolar, pues a veces me dices lo que quiero oir, y otras veces reniegas tus propias palabras... solo me faltaba darme cuenta...
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